Los vecinos del barrio 24 de Septiembre están aterrados porque entienden que el contexto en el que se dio la muerte de Gonzalo Sebastián González, de 24 años, aparentemente a manos de un policía, podría haber incluido algo mucho más peligroso que un simple caso de inseguridad, como trascendió en las primeras horas de ayer.
La Fiscalía de Homicidios I, a cargo de Ignacio López Bustos no descarta ninguna teoría por ahora, sin embargo, por los elementos que surgieron hasta el momento, se cree que el policía que intervino en el hecho habría actuado en defensa propia cuando intentó evitar un ilícito. Por eso no se ordenaron medidas de arresto para el efectivo, que se puso a disposición desde el primer momento.
Primera teoría
Ayer a las 0.30, según informó la Policía, un efectivo de la seccional 8ª que circulaba por avenida Roca, dobló hacia el sur en calle Coronel Zelaya e intervino para intentar evitar un asalto contra un joven. En ese contexto, el policía dio la voz de alto y los presuntos ladrones habrían intentado agredirlo, por lo que el agente se defendió con su arma reglamentaria e hirió a uno de ellos.
Según esa versión, los sospechosos se subieron a una motocicleta e intentaron escapar hacia el sur por la misma calle, pero al llegar al cruce con La Plata uno de ellos cayó del vehículo y quedó tendido en la calzada. Ese joven fue trasladado al hospital Padilla donde constataron que se trataba de González. Horas después se confirmó su deceso.
Al tomar conocimiento de cómo había concluido el hecho, el policía se entregó a la Justicia.
“Escuché que venían unas motos a alta velocidad. De repente sonaron cuatro tiros, y salí a ver. Había un chico tirado en la calle, y lo subieron a un auto para llevarlo al hospital”, contó Susana Martín sobre lo que vio ayer. “Lo que se decía es que el chico había robado frente a un drugstore. La esquina de Coronel Zelaya y Alsina estaba llena de policías”, añadió.
Segunda teoría
“Esto no fue un asalto, si a esa hora estaban todos los locales cerrados y además cuando pasa algo así todos los vecinos se dan cuenta porque se escucha. Nadie hasta el momento me mencionó que haya visto un asalto. Acá hubo algo mucho peor y la gente tiene miedo de contar”, sintetizó una de las comerciantes de la esquina de Coronel Zelaya y pasaje Vera y Aragón.
“La madre de este chico es excelente. Son clientes míos y en el barrio nos conocemos todos. Sé que el chico tenía sus problemas, pero siento mucha pena por esa pobre madre que es una trabajadora igual que nosotros. Esperemos que esto se aclare pronto”, sintetizó Andrea Costilla, otra comerciante de ese barrio.
Los vecinos y empleados de los locales de ese sector de la ciudad señalaron que a diario ven chicos con problemas de adicción peleándose en la calle. También reconocieron que sufren la inseguridad, pero que normalmente quienes los atacan vienen de otros barrios.
“No fue un asalto. Por lo que vieron varios vecinos podría decirse que era un ajuste de cuentas. Se estaban peleando dos ‘pendejos’ del barrio, que todos los conocemos. Se tienen bronca y siempre que se cruzan hacen lío. Ayer parece que uno durante la pelea empezó a amenazar al otro con un arma de fuego, mientras eso pasaba apareció el policía y a lo mejor entendió que se trataba de un robo”, contó Francisco Zerrizuela, el único vecino que se animó a detallar sobre lo que se decía del caso en ese sector del barrio. “La verdad es que el ‘cana’ se topó con un contexto en el que podría pensarse que se trataba de un robo, pero era un tema personal, y la gente tiene miedo porque cuando se ve algo así siempre se lo relaciona con cosas como drogas, o cuestiones mafiosas”, argumentó. “Están tremendos estos ‘pendejos’, yo me crié aquí, pero si pudiera me iría del barrio por mis hijos”, concluyó.
Cautos
En la casa de González sus familiares se habían reunido para comenzar los preparativos del velatorio. El joven vivía a pocas cuadras de donde se produjo el hecho.
Cuando LA GACETA llegó ayer a la mañana a esa vivienda, la madre del joven sintetizó que por el momento preferían no hablar públicamente del caso hasta que la autopsia brinde algunas certezas sobre cómo ocurrieron las cosas. Al menos a esa hora, en la Fiscalía no se descartaba que pudiera haberse tratado de un caso de gatillo fácil. Mientras, se esperaba por las primeras pruebas recabadas y por el informe de la autopsia.
Evidencias
Más tarde se informó sobre los resultados del estudio preliminar de la autopsia que la víctima murió de un disparo en el abdomen, que ingresó de adelante hacia atrás. Por otro lado, fuentes judiciales confirmaron que en el lugar del hecho se encontraron elementos balísticos que corresponderían al arma que podría haber tenido la víctima. Además, al menos tres testigos declararon que fueron abordados por un vecino que les apuntaba con un arma, afianzando así la versión del policía. La investigación continúa.